jueves, 5 de junio de 2008

El Estado y los partidos políticos en México

PABLO GONZÁLEZ CASANOVA
Al terminar la segunda guerra mundial el Estado mexicano y las relaciones de clases y grupos adquirieron el carácter de un sistema.La nueva clase gobernante había mostrado ya su autoridad sobre la antigua; le había quitado el poder y la idea de recuperarlo. Dominaba en forma innegable en todos los órdenes: político, militar, económico, ideológico. A lo largo del territorio nacional gobernaba una clase reagrupada en torno a los caudillos de la revolución mexicana. Muchos de los caudillos habían abandonado sus posiciones anticlericales y socialistas de épocas interiores, se habían vuelto más civiles, liberales y burgueses. El perfil de una burguesía moderna, “americanizada” y “latina” caracterizaba la mentalidad y los “estilos de vida” de los nuevos gobernantes. Las formas autoritarias del pasado habían sido rehechas. Las estructuras de la dominación oligárquica anterior difícilmente se identificaban con un nuevo presidencialismo, que contaba con el Partido Revolucionario Institucional –inmenso partido del Estado-, así como con un sindicalismo oficial o gubernamental, y con organizaciones de encuadramiento y control de las masas populares y campesinas.El Estado tenía realmente una presencia general. Los símbolos del poder se renovaban constantemente con objetos y personajes de adoración profana, amenazadores y alegres, cívicos de fiesta. La disciplina política y cívica, libremente consentida, consciente de los viejos y nuevos fenómenos de la represión y la corrupción, dio pasos firmes como creencia realista y alegre complicidad. El conocimiento quedó a cargo del Estado, al menos como cultura de la “prueba”, de la derrota y el éxito. La alegría quedó también a cargo del Estado y fue una de sus nuevas prendas. Las canciones y bailes del pueblo llegaron a Palacio Nacional y de este volvían a los poblados y al campo. El Estado no los monopolizaba. Los transmitía y recibía por la radio y el cine o los magnavoces, los gozaba con la iniciativa privada y el pueblo reunidos o separados.Dentro de un régimen cuya base de reproducción radica en invocar las elecciones populares para la asignación de una parte importante de los pueblos de gobierno, el PRI, como partido del Estado, es el órgano especializado en todas las tareas relacionadas con la lucha política para mantener el monopolio o el predominio del gobierno en .los puesto de elección popular. Estas tareas imponen los mas distintos tipos de funciones al partido del Estado.En primer lugar el partido tiene como misión consolidar el monopolio o predominio político e ideológico del Estado entre los trabajadores y los pobladores, entre los líderes y caudillos políticos y entre la iniciativa privada.En segundo lugar el partido tiene como misión el organizar, movilizar y encauzar al electorado.En tercer lugar el partido se ocupa de auscultar la opinión y orientación de los grupos más activos en la formulación de demandas políticas sociales para seleccionar a sus representantes y hacerlos elegir como candidato del partido, a los puestos de elección popular.El poder del PRI es el del Estado. El poder del PRI varía de acuerdo con la correlación de las fuerzas que se expresan en el Estado. Esta correlación cambia después del análisis de Cabrera por el empuje inusitado de las masas obreras y campesinas que el veía aletargadas y que obligaron a Cárdenas a rehacer el partido del Estado, transformándolo en Partido de la Revolución Mexicana (1938). En el PRM tuvieron mucho mayor peso que nunca las organizaciones obreras y campesinas. Después el partido del Estado cambia como el Estado mismo: ambos administran regularmente una política de masas con organizaciones de masas. El partido se ocupa de la administración electoral de la política de masas: el Estado de la administración económica, social y coercitiva de la política de masas. La creciente influencia de la burguesía en el Estado no acaba ni con la política de masas del partido ni con la política de masas del Estado. Ambos articulan los intereses de una gran cantidad de organizaciones de masas que forman parte del PRI o del sector público de la economía, mediando la lucha de clases como concesiones, arbitrajes, negociaciones y represiones que dan al Estado el monopolio de la elección para los puestos más importantes de representación popular, mientras el Estado establece el monopolio de la represión y de los órganos represivos y domina una parte importante de la economía, que corresponde a la propiedad pública, al gasto público y a la inversión social. El PRI nace y se desarrolla como parte de un Estado arbitrario, negociador y concesionario que forma una inmensa corporación de masas, inserta en las leyes de un desarrollo capitalista en que el capital monopólico tiende a incrementar su poder y su influencia propias, y en el interior del Estado, pero sin lograr que lo que éste tiene de poder corporativo y de poder de masas organizadas, integradas y administradas llegue a quebrantarse o romperse. La gran corporación mantiene su fuerza económica, política e ideológica con una organización autoritaria y negociadora, represiva y concesionaria, oligárquica y popular, representativa de funcionarios, líderes o jefes políticos, y de masas.En México el gobierno y el Estado forman un todo constitucional. La lucha por el gobierno y la lucha por el poder están mucho más estrechamente ligados que en otros sistemas políticos. El gobierno no se separa del poder del Estado, y éste tiene una autonomía relativa frente a la burguesía aunque pierda.La política de renovación de cuadros sirve para regular la política de masas y clases, para hacerla variar de individuos y representantes, según los cambios objetivos del poder. Esa política desaliente la lucha de los cuadros fuera de las organizaciones de masas que no están en el PRI, y hace que entren al PRI los cuadros y masas más organizados y combativos, usando para ello otros recursos relacionados con los bienes de este mundo, y con la propaganda de desaliento en un mundo mejor, de desmoralización, seguida de consignas triunfalistas aplicables a cuadros y masas.La fuerza del Estado se expresa también en la política de mediación, intermediación y mediatización de las demandas populares. Esta política tiende a regular la conducta de las masas, de sus organizaciones y líderes. Quien media para la solución de un conflicto, quien disminuye las exigencias y aleja los peligros de una ruptura con las masas, ya sea como líder u organización de líderes, transmite y aprende las reglas del éxito propio y de sus validos. Ambos se integran al sistema y le dan legitimidad.La lucha ideológica del Estado y el partido es absorbente. Éstos buscan cubrir todos los campos del concepto y la argumentación política. El Estado se presenta como defensor e intermediario natural de los ideales del pueblo abierto a las corrientes del pensamiento universal con una perspectiva propia nacional, que es obra de sus arraigo en esa historia y ese pueblo del que forma parte, con el que lucha y con el que busca seguir luchando por la independencia, la libertad y la justicia social hasta la instauración de “un nuevo orden mundial” y una “nueva sociedad”. El Estado es depositario de todos los ideales nacionales y humanos, pero entiende las voces disidentes auténticas, receptivo, abierto, sin caer en totalitarismos ideológicos. La prueba: libertad de prensa, de cátedra, de investigación, de crítica partidaria, que efectivamente se dan por contradictorias y limitadas que serán.La represión es un recurso permanente contra todo movimiento popular y obrero que lucha fuera de la coalición gubernamental. Es el último recurso. Y también el primero. Se usa cuando han fallado todas las demás instancias y como forma de recomponer las fuerzas y reiniciar los procesos de captación, conciliación, arbitraje.En México toda lucha política real esta directamente relacionada con la lucha por el poder. La extrema derecha lo sabe bien, y hacia el poder encamina sus pasos. El capital monopólico busca implantar en México una política de acumulación a la sudamericana. Quiere más utilidades y nuevas fuentes energéticas. Las quiere con mentalidad conquistadora.

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