sábado, 31 de mayo de 2008

La “inteligencia” mexicana

Si la revolución fue una brusca y mortal inmersión en nosotros mismos, en nuestra raíz y origen, nada ni nadie encarna mejor este fértil y desesperado afán que José Vasconcelos, el fundador de la educación moderna en México. Su obra, breve pero fecunda, aún está viva en lo esencial. Su empresa, al mismo tiempo que prolonga la tarea iniciada por Justo Sierra –extender la educación elemental y perfeccionar la enseñanza superior y universitaria- pretende fundar la educación sobre ciertos principios implícitos en nuestra tradición y que el positivismo había olvidado o ignorado. Vasconcelos pensaba que la Revolución iba a redescubrir el sentido de nuestra historia, buscado vanamente por Sierra. La nueva educación se fundaría en “la sangre, la lengua y el pueblo”.

En la tarea colaboraron poetas, pintores, prosistas, maestros, arquitectos, músicos. Toda, o casi toda, la “inteligencia mexicana”. Fue una obra social, pero que exigía la presencia de un espíritu capaz de encenderse y encender en lo demás.

Toda vuelta a la tradición lleva a reconocer que somos parte de la tradición universal de España, la única que podemos aceptar y continuar los hispanoamericanos. Hay dos españas: la cerrada al mundo, y la España abierta la heterodoxa, que rompe su cárcel por respirar el aire libre del espíritu. Esta ultima es la nuestra la otra, la castiza y medieval, ni nos dio el ser ni nos descubrió, y toda nuestra historia, como parte de la de los españoles, ha sido lucha contra ella.

Una vez cerrado el periodo militar de la Revolución, muchos jóvenes intelectuales –que no había tenido la edad o la posibilidad de participar en la lucha armada- empezaron a colaborar con los gobiernos revolucionarios. El intelectual se convirtió en le consejero, secreto o público, del general analfabeto del líder campesino o sindical, del caudillo en le poder.

La “inteligencia” mexicana, en su conjunto, no ha podido o no ha sabido utilizar las armas propias del intelectual: la crítica, el examen, el juicio.

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